Tomad la cruz y seguid a Jesús
2019-06-03
1. Oración inicial
Amado Dios, al igual que Pablo te digo: “no quiero sentirme orgulloso de nada, sino de la cruz de Cristo Jesús, nuestro Señor”. Quiero morir a mi vana manera de vivir, a mi egocentrismo y mi pecado, para vivir entregado a ti en santidad. Te amo Señor. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame”, Mateo 16:25
3. Reflexiona
En el primer siglo, la cruz significaba la muerte de la forma más tortuosa y humillante, pues llevar una cruz significaba llevar su propio mecanismo de ejecución mientras se enfrentaban al vituperio por el camino a la muerte.
Hoy muchos equivocadamente piensan que seguir a Jesús es encontrar una vida de confort, pero Él dijo, el que me sigue “niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame”. El evangelio es cruz, es renunciar a lo que tal vez es placentero para nosotros y de desagrado para Dios; Jesús no nos ofreció primeramente la realización de nuestros sueños, sino salvarnos del infierno, rescatarnos del reino de las tinieblas.
Cuando Jesús comenzó a enseñar que iba a morir a manos de los líderes judíos, su fama se vino abajo, pues muchos de los seguidores escandalizados lo rechazaron porque no fueron capaces de dar muerte a sus propias ideas, planes y deseos, para intercambiarlos por los de Jesús, pues no es grato anular nuestra propia naturaleza llena de prototipos que nos han llevado a una vida de placer y vanagloria.
Por lo tanto, «tome su cruz y sígame» significa estar dispuesto a morir con el fin de seguir a Jesús. Un grano que no cae y muere no da fruto. Esto es un llamado a la entrega absoluta que es la verdadera esencia de la vida cristiana. Morir a sí mismo es parte de lo que es nacer de nuevo; el viejo hombre que está viciado conforme a los deseos engañosos muere, y el nuevo, creado según Dios, viene a la vida. Tenemos que seguir muriendo a nosotros mismos para ir camino a la santidad.
Para nosotros la cruz es un símbolo valioso de perdón, gracia y amor, que exige abnegación. Jesús jamás ocultó ese costo, pero la recompensa es inigualable. La cruz es ganancia.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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