Actuando bajo la dirección del Espíritu Santo

Gracias Jesús porque tú gracia me es suficiente en medio de las dificultades y puedo confiar en tu guía, despojarme del viejo hombre y seguir la dirección de tú Espíritu que mora en mí. Amén.

“Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.”, Gálatas 5:16

Cada vez que ante una situación nos dejamos llevar por nuestros sentimientos y emociones, dejando que ellos tomen el control, estamos actuando en la carne.

Si tuvimos alguna situación que nos causó una reacción de tristeza, enojo, desconcierto o algo perecido y continuamos mucho tiempo así, significa que probablemente estamos guiados por una tendencia contraria a la dirección del Santo Espíritu de Dios.

Las reacciones no las podemos evitar en muchas ocasiones, pero sí podemos actuar con dominio propio para que estas no tomen decisiones por nosotros o tomen el control de nuestra vida.

Si la carne es la tendencia a actuar con ira, dolor, malos deseos, rencor, malos pensamientos, entre otras cosas egocéntricas, y andar en El Espíritu es actuar en amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, mansedumbre, paciencia y dominio propio (Gálatas 5:22-23), reflexionemos cómo estamos actuando y quién nos está dirigiendo, ya que el andar en la carne produce consecuencias fatales, pero andar en el Espíritu gozo y paz (Romanos 8:6).

Andar en la carne es como subirse a un barco sin timón, con rumbo incierto y con final trágico, mas andar en el Espíritu es subir a un barco dirigido por Jesús, habrá tempestades, habrá olas gigantes, pero estaremos seguros, pues Él calmará la tormenta y siempre estará en control.

Por lo tanto, ¿que te dice la Palabra de Dios acerca de cómo estás actuando en medio de la situación por las que atraviesas este momento? ¿Estás actuando bajo la dirección del Espíritu Santo o influenciado por la carne?