Gracias por tu amor
2019-02-10
1. Oración inicial
Amado Dios, gracias por amarme con amor eterno y prolongar sobre mí tu misericordia, ayúdame a caminar en la gracia y plenitud de tu Espíritu y a disfrutar de tu amorosa bondad. Enséñame a confiar más profundamente en ti y a serte fiel. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Porque Jehová redimió a Jacob, lo redimió de mano del más fuerte que él. Y vendrán con gritos de gozo en lo alto de Sion, y correrán al bien de Jehová, al pan, al vino, al aceite, y al ganado de las ovejas y de las vacas; y su alma será como huerto de riego, y nunca más tendrán dolor. Entonces la virgen se alegrará en la danza, los jóvenes y los viejos juntamente; y cambiaré su lloro en gozo, y los consolaré, y los alegraré de su dolor”, Jeremías 31:11-13
3. Reflexiona
Aunque esta promesa dada a Jeremías fue para el pueblo de Israel, nos muestra la bondad y el amor de Dios para con la humanidad. El Señor siempre está dispuesto a rescatar a los seres humanos y a redimirlos del lazo de Satanás, el príncipe que domina este mundo. Ningún enemigo por más fuerte que sea puede impedir que Dios libere al que le anhela en su corazón.
El pueblo de Israel fue redimido de la esclavitud de Babilonia y llevado nuevamente a su tierra para que disfrutaran de todo el bien de Dios, de toda su bondad y bendiciones descritas aquí como un huerto de riego. Su objetivo no era solo suplir sus necesidades temporales y quitar todo el dolor por el que habían pasado en su cautiverio, sino que su pueblo le buscara de nuevo en oración y adoración, sin embargo el pueblo regresó a su tierra, pero no regresó al Señor.
A veces nos preguntamos ¿cómo Dios insiste en restaurar a Israel si ha sido tan infiel? La respuesta es que Él ama con amor eterno y cumplirá todas sus promesas en su tiempo y de acuerdo a su plan y propósito.
Dios nos alcanza con su amor misericordioso y está dispuesto a hacer lo mejor por nosotros si se lo permitimos, por eso constantemente nos advierte sobre las consecuencias de vivir en el pecado, que nos aleja de la verdadera vida abundante de la llenura de su Espíritu y nos regresa a la esclavitud de la cual Dios ya nos había rescatado.
Esta promesa es un recordatorio de su grandioso y eterno amor por nosotros y la razón por la cual Él quiere restaurarnos completamente. Ante su mirada todos somos pecadores y fue necesaria la muerte de Cristo para proveernos redención.
¿Cómo puede amarnos a pesar de lo que somos? ¿Cómo puede pensar bien de nosotros, siendo el Dios bueno y santo que es? Porque nos ama no por lo que ve en nosotros, sino por lo que Él es. Como dice 1 Juan 4:8-9 “El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él”.
El amor incondicional de Dios es el más grande motivo para permanecer amándolo y adorándolo.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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