Una familia unida y bendecida
2018-12-23
1. Oración inicial
Señor gracias te doy por mi familia, quiero que tú seas el eje de nuestro hogar, que tu bendición sea la que nos cubra, para que mis hijos y mi conyugue sean felices. Regálanos la bendición de permanecer siempre unidos en torno a tu temor reverente. Pido, creo y proclamo toda bendición de tu Palabra sobre mi familia y descendencia. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
«Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, que anda en sus caminos. Cuando comieres el trabajo de tus manos, bienaventurado serás, y te irá bien. Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa; tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa. He aquí que así será bendecido el hombre que teme a Jehová. Bendígate Jehová desde Sion, y veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida, y veas a los hijos de tus hijos. Paz sea sobre Israel», Salmo 128:1-6
3. Reflexiona
El anhelo más grande de estos tiempos es volver a unir las familias. Los quehaceres diarios, la falta de tiempo, la tecnología y las comunicaciones por redes, en vez de acercar más a las personas han hecho que las familias se dividan. Básicamente la razón más grande de esa desunión es la ausencia de Dios en los hogares y la falta de diálogo e interacción entre sus miembros. En este pasaje se nos presenta una escena hermosísima de una familia unida en torno a una mesa, cuyo eje principal es Dios.
En la mayoría de los hogares se ha perdido el temor de Dios, ya no se vive de acuerdo al diseño y enseñanza dados en su Palabra para la familia. Fuimos creados a su imagen y semejanza y debemos ser el reflejo de su gloria. Su carácter de amor, paciencia, perdón, bondad y felicidad sólo se forma en nosotros si tenemos una comunión íntima con Él y si seguimos su dirección.
Tener temor de Dios es practicar la obediencia y amor siguiendo sus caminos. El salmista llama bienaventurado (feliz), al hombre que mantiene a su familia bajo el temor de Dios, que es prosperado en toda obra de sus manos para su sustento. Aquí se describe el éxito en términos de bendición económica, paz, tranquilidad y una familia unida.
Para muchos el éxito puede estar basado sólo en cosas materiales. La premisa para tener éxito en la vida es el temor a Dios. Es tomar en cuenta al Señor en todos los asuntos de nuestra vida, colocando en oración cada situación y siguiendo los consejos de su Palabra, entendiendo que podemos tener una vida sólida y feliz en todos los aspectos.
Qué mayor alegría que disfrutar de nuestro trabajo y comer del fruto de él con satisfacción y felicidad. Muchos pueden tener riquezas y abundancia pero sin la bendición de Dios, sus hogares carecen de amor y respeto porque falta lo más importante, la presencia de Dios en sus vidas. Proverbios 17:1 “Mejor es un bocado seco, y en paz, que casa de contiendas llena de provisiones”.
La bendición de Dios bendice y cubre la familia, la esposa y los hijos. Todo hombre que quiera ver la bondad de Dios debe colocarlo en el primer lugar de su corazón. Andando con transparencia y santidad para tener una relación con su esposa e hijos fuerte, duradera y una verdadera comunión en familia.
Quien ponga al Señor Jesús como la piedra fundamental de su vida, será bienaventurado y bendecido en todo. Fundamentemos nuestros hogares en la Roca que es Cristo y nuestros hijos serán felices, olivos de paz y no de discordia y una bendición para este mundo carente de valores.
Aprovechemos esta navidad para llevar a nuestra familia al temor de Dios. Porque: “La bendición de Jehová es la que enriquece, y no añade tristeza con ella”. Proverbios 10:22.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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