El primero
2018-11-15
1. Oración inicial
Señor, quiero ser el primero, obedeciendo a tus principios, siendo recto delante de todos, guíame para ser íntegro en todos mis asuntos y servir a los demás con un corazón dispuesto para agradarte a ti. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
«Mas Jesús, llamándolos, les dijo: Sabéis que los que son tenidos por gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y sus grandes ejercen sobre ellas potestad. Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos. Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.», Marcos 10:42-45
3. Reflexiona
Si bien el mundo de hoy evalúa ser el primero si soy el mejor, el que está sobre los demás o el que competitivamente es el más capacitado, en la Palabra de Dios el primero es el que sirve a los demás con toda humildad y amabilidad.
Nuestra profesión, nuestro trabajo y todo lo que hagamos si queremos ser ¨el primero¨, debe ser una labor orientada al servicio y no a la competencia, con la actitud de que todo lo que hacemos no es para nuestra propia gloria sino para la gloria de Dios, para que Él sea conocido también a través de lo que hacemos y del servicio que prestamos a los demás.
Nuestros actos hablan más que nuestras palabras, son la mejor expresión de un corazón transformado por Dios.
Servir a los demás, no es adular ni sonreír buscando que digan algo en nuestro favor, es hacer correctamente todo lo que nos corresponde hacer, en todos los asuntos de la vida, buscando agradar a Dios, aplicando los principios de Dios en cada situación. ¨Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.¨(Mateo 5:16). No podemos negociar, ni ceder estos principios ante las presiones del mundo, así no comprendan nuestra forma de actuar. Cuando llegue el momento, al ver nuestras buenas obras, muchos de ellos alabarán a Dios, se convertirán al Señor por nuestro ejemplo o podremos hablarles del evangelio para anunciarles a aquel que nos ha transformado, a aquel a quien servimos. Así que seamos ejemplo de servicio, entrega, amor y santidad.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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