No hay justo desamparado
2018-09-19
1. Oración inicial
Padre Bueno, hoy echo toda carga sobre ti, pues tú tienes especial cuidado de mí, quiero caminar en justicia y rectitud, ser justo delante de tus ojos, en la confianza que tu cumplirás tus promesas, nunca me desampararás, y mi descendencia jamás mendigará pan; quiero vivir dependiendo de ti, pues mis días sólo están seguros en tus manos. Gracias Señor, amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Joven fui, y he envejecido, Y no he visto justo desamparado, Ni su descendencia que mendigue pan. En todo tiempo tiene misericordia, y presta; Y su descendencia es para bendición”, Salmo 37:25-26
3. Reflexiona
David siendo anciano escribe estas palabras llenas de sabiduría. Habla por su propia experiencia en su caminar con el Señor, y por lo que pudo ver, en aquellos que eran parte del pueblo de Dios, no ha visto justo en miseria, ni su descendencia mendigando pan. Esta es una promesa de recibir la provisión sobrenatural, pero la condición es, ser hombre justo.
Dios busca justicia y rectitud en sus hijos, y llama a su pueblo a mostrar el carácter de Dios. Los justos son aquellos que tienen una posición recta delante de Dios, son quienes arrebatan el Reino de los cielos. La Biblia dice que el justo anda en integridad, y su boca es fuente de vida, sus pensamientos son rectos, aborrece la falsedad y no acepta soborno porque tiene la mente de Cristo. El justo se preocupa por la causa de los pobres, da y nada retiene, porque es generoso y compasivo, y nunca padecerá hambre, pues el Señor lo sostiene. El justo come hasta saciar su alma y como con un escudo el Señor lo rodea de su favor. El Señor bendice la morada del justo y lo libra de todas sus angustias.
La memoria del justo es bendita. La casa del justo permanecerá y prosperará como el árbol junto a corrientes de agua que da fruto, y su trabajo conduce a la vida, las riquezas y el honor. El justo camina en un alto nivel de santidad, y su pacto con Dios es eterno.
El Señor ama a los justos, conoce su camino y no aparta sus ojos de ellos, sus oídos están atentos a sus oraciones; por tanto echemos sobre él nuestra carga y Él nos sustentará. Él nunca permitirá que el justo sea sacudido y siempre lo librará de la tribulación.
Dios se complace en cubrir las necesidades de quienes buscan su presencia, así escribe la Biblia: “Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; Pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien” (Salmo 34:10) “Y hasta la vejez yo mismo, y hasta las canas os soportaré yo; yo hice, yo llevaré, yo soportaré y guardaré” (Isaías 46:4)
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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