Ovejas
2018-05-25
1. Oración inicial
Señor gracias por pastorear mi vida, por dirigirme a verdes pastos, en ti nada me falta, soy completo en Cristo, tengo confianza plena en tu amor y provisión. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.” Juan 10:11
“El SEÑOR es mi pastor, nada me faltará.” Salmos 23:1
3. Reflexiona
Somos ovejas cuando entramos por la puerta del redil, que es Jesús, y hemos aceptado su invitación cuando nos dice: “Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.” (Juan 10:9).
Somos ovejas porque luego de entrar en Él, hemos sido salvados de no ser devorados por depredadores y ahora dependemos absolutamente de su amor, su protección permanente y su cuidado.
Ya no hay temor, porque el buen pastor dio su vida por cada uno de nosotros, y resucitó para darnos vida eterna, ya ningún mal nos toca porque le pertenecemos a Él.
La otra alternativa es NO ser oveja, vivir independientes de Dios, en nuestro propio razonamiento, en el encierro de nuestro egoísmo y prepotencia, alimentados por nuestro miedo, nuestra ambición, dirigidos por nuestros deseos y cuidados por nuestro orgullo, devorándonos unos a otros como ocurre actualmente, el hombre marchitando los pastos donde comen otros hombres para, al fin y al cabo, dejar de comer y hacerse daño a sí mismo.
Si aceptamos al Príncipe de los pastores (1 Pedro 5:4), Jesús, Él nos promete : “pues el Cordero en medio del trono los pastoreará y los guiará a manantiales de aguas de vida, y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos.” (Apocalipsis 7:17).
Entonces es un privilegio ser oveja, porque dependemos del Señor completamente, somos pastoreados por Él, guiados a una vida abundante, verdadera y llena de paz.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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