Hacia la madurez
2018-05-24
1. Oración inicial
Señor, quiero cada día seguir avanzando, no detenerme, dame la fuerza y el entendimiento para colocar toda diligencia en conocerte y hacer tu voluntad. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
”Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido.” Hebreos 5:12-13
“Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza. Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.” 2 Pedro 3:17-18
3. Reflexiona
Muchas personas llevan años escuchando algunos versículos bíblicos y asistiendo a una congregación, ven las historias de la Biblia como algo sagrado, y practican algunos rituales con devoción. Pero no hay ningún cambio, ningún crecimiento, pues el fruto del Espíritu, amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza, aun no se manifiestan en la vida personal, familiar o con el prójimo.
El fruto del Espíritu es claramente manifiesto en mi conducta, mis decisiones, mis relaciones, en mi trabajo y/o estudio, entre otros, no en la ausencia de dificultades o problemas sino en la forma y actitud de enfrentarlos conforme a la dirección de Dios, a su voluntad, con una conducta intachable, que demuestre un verdadero testimonio de que Jesús habita en mi.
Por lo tanto podemos estancarnos en el crecimiento espiritual, muchas veces engañados por nuevas filosofías o por seguir personas en vez de colocar la mirada en Cristo, otras porque no colocamos diligencia en aprender cada día más la Palabra, nos quedamos en lo básico y no avanzamos, llegando a dejar de dar fruto.
Cada uno de nosotros cosechará lo que siembra, si sembramos en la carne y en las cosas temporales, eso segaremos, pero si sembramos en el Espíritu, avanzando en el conocimiento de Dios, segaremos abundante fruto de paz y amor.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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