La fe de un niño
2018-04-19
1. Oración inicial
Señor, ayúdame a confiar en ti como un niño, con esa capacidad de asombro, de ver las maravillas de un Dios eterno y poderoso, de vivir dependiente de ti en todo y de correr a tus brazos en toda situación. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.” Mateo 18:3
3. Reflexiona
Sin malicia el niño confía en lo que le prometen, y espera ansioso el cumplimiento de la promesa. Recuerdo en navidad esperando mi regalo, me esforzaba para no dormirme, pero el sueño me vencía; sin embargo era muy grande la alegría cuando al despertarme encontraba mi esperado galardón.
Dios nos invita hoy a tener una fe y un corazón como los niños, sencillos, humildes, sin malicia; porque estamos esperando un galardón de alguien que no miente, que es fiel y que nunca nos fallará.
Una fe como la de Jesús, que confiaba completamente en su Padre, por eso le buscaba cada mañana, antes de comenzar cualquier actividad.
Así que confiemos en nuestro Dios, como un niño en el regazo de su madre (Salmo 131:2). Humillarse ante Dios no es perder nuestra dignidad, sino nuestra dependencia en nosotros mismos (egocéntricos), para depender completamente de un Dios lleno de amor y verdad (Cristocéntricos), corriendo a los brazos de Jesús en toda situación, haciéndonos verdaderamente como niños.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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