Escuchadlo y viviréis

Padre, gracias porque enviaste a tu hijo amado para que oyendo y creyendo en sus palabras yo encontrara la salvación y la verdad, gracias por revelarme tu amor en Cristo.

“Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd.”, Mateo 17:5

Tanto nos amó Dios que envío a su hijo amado para que creyendo en Él no nos perdiéramos y tuviéramos vida eterna. Muchos han cerrado sus oídos al mensaje de salvación, no entienden que sin Cristo en su corazón seguirán directo a un precipicio, no tendrán vida eterna. Cada palabra de Jesús fue registrada en la Biblia, en los libros de Moisés, los profetas, los salmos, los evangelios y todo el nuevo testamento (Lucas 24:44).

Pero ¿Hemos obedecido a Dios de escuchar a su hijo? Tal vez escuchamos muchas voces, pero necesitamos escuchar la voz de Dios por medio de su hijo, que nos dice la verdad y nos asegura la salvación. El mismo Señor Jesucristo nos enseña a ir a las escrituras para encontrar lo que dicen de Él, pues esto determinará nuestra vida eterna (Juan 5:39), ya que por medio de ellas, obtendremos la fe que nos lleva a la salvación y al crecimiento espiritual.

Así que, confiemos en Dios cuando nos dice que escuchemos a su hijo, oyendo el mensaje acerca de Jesucristo y colocándolo en acción en nuestra vida. Hoy más que nunca necesitamos escuchar su voz y también decir a otros este mensaje: “¡Escuchadlo y viviréis!”.