Señor tú eres el Buen Pastor
2018-03-07
1. Oración inicial
Señor Jesucristo, yo estaba descarriado como oveja sin pastor, expuesto a todos los peligros del mundo y tú con tu gran amor me buscaste, me llevaste a suculentos pastos, cubriste mis heridas, y saciaste mi hambre con tu Palabra. Hoy soy oveja de tu prado, gracias Señor, amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas. Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.” Juan 10:11-15
3. Reflexiona
Desde el Antiguo Testamento los profetas habían usado la relación del pastor con sus ovejas para describir la relación de Dios con su pueblo, así lo dice Isaías 40:11: “Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas”. Aquí Dios consuela a su pueblo, los puros de corazón.
Leemos en el libro de Ezequiel cómo Dios llama duramente la atención a los líderes religiosos por no haber apacentado bien las ovejas del Señor, y “Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo estoy contra los pastores; y demandaré mis ovejas de su mano, […], pues yo libraré mis ovejas […] He aquí yo, yo mismo iré a buscar mis ovejas, y las reconoceré”. “Yo apacentaré mis ovejas, y yo les daré aprisco” Ezequiel 34:10-11, 15.
El Padre envía a su Hijo a juntar sus ovejas en un buen redil. Y en sus propias palabras, Jesús nos dice: «Yo soy el buen pastor». Un pastor cuida de su rebaño minuto a minuto, fortalece a las débiles, cura las enfermas; venda a la perniquebrada y busca la descarriada y la perdida. Y a eso vino Jesús a ser el buen Pastor, el Pastor que ama y protege y da su vida por ellas
Jesús dice: “Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen” Juan 10:14. Este conocimiento implica una relación personal, donde se escucha su voz, se obedece y se confía en él con la certeza que nos lleva a los verdes pastos donde nada nos hará falta.
Qué bendición estar en el redil del Señor: “Pues vosotros andabais descarriados como ovejas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Guardián de vuestras almas”. 1 Pedro 2:26.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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