Cristo viene ya
2018-01-20
1. Oración inicial
Amado Jesús, gracias por tu Palabra, por la promesa de tu venida. Mantenme firme esperando tu regreso y animando a otros a que te conozcan para poder compartir con ellos la gloria eterna. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras”. 1 Tesalonicenses 4:13-18
3. Reflexiona
¿Cuál debe ser la actitud de un cristiano que espera la Segunda Venida de Cristo?
Debe ser de credulidad, de esperanza, de gozo expectante, de ánimo y de vivir santamente en obediencia esperando verse cara a cara con el Señor. Este pasaje tiene un anuncio triple de la venida el Señor e indica lo importante del suceso: Cristo descenderá en forma visible así como ascendió un día. Lo hará con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios. Igualmente nos da una triple promesa: los muertos en Cristo resucitarán primero, los creyentes vivos seremos transformados y arrebatados y estaremos por la eternidad con el Señor.
La palabra “arrebatados” que viene del griego “harpadzo” significa raptar, quitar atrapar, tomar por la fuerza, nos dice que los creyentes seremos quitados de esta tierra para reunirnos con el Señor Jesucristo en el aire. Es una promesa que debe llenarnos de alegría y consuelo en medio de tantas adversidades, pues Él ha prometido llevarnos personalmente a su gloria.
Qué gran bendición y gozo que todos los santos vivos y muertos se reúnan para permanecer juntos para siempre con el Señor. Esto nos da la esperanza de reencontrarnos con nuestros seres queridos, que murieron confiando en su regreso. Todos los creyentes estaremos salvos y seguros unidos en la presencia de Dios.
Será el día más feliz de nuestra existencia, donde todo sufrimiento acabará, todo dolor desaparecerá, toda lágrima será enjugada y toda derrota se transformará en victoria. La experiencia de Cristo, su muerte y resurrección son repetidas en los creyentes por la fe; morirán y luego resucitarán con él. Todos los creyentes seremos convocados al sonido de la trompeta, todos juntos: Los muertos levantados y los vivientes transformados formando un cuerpo unido para disfrutar de la eternidad.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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