Escrita en los corazones

Señor, gracias por haber dado a tu Hijo en propiciación por mis pecados y darme el privilegio de acercarme a tu presencia por la sangre del nuevo pacto. Gracias por el don del Espíritu Santo, que me garantiza que tu Palabra está ahora escrita en mi mente y en mi corazón, y me capacita para hacer tu voluntad. Amén

“He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová. Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado” Jeremías 31:31-34

Este es un mensaje profético que apunta a la era de la iglesia, se refiere al ministerio de Cristo bajo el pacto de la gracia de Dios, forjado en la mente y el corazón de los creyentes mediante el poder del Espíritu Santo. Un nuevo pacto de Dios con su pueblo basado en un poder que viene desde adentro.
En el antiguo pacto, la revelación para el pueblo de Israel fue limitada e impersonal ya que éste fue enteramente externo, sentó la norma pero no ofreció el poder para cumplirla. En el nuevo pacto (el de la Iglesia) que se caracteriza por la gracia y la misericordia, hay un conocimiento inmediato, completo y universal de Dios, por la presencia poderosa del Espíritu Santo morando en cada creyente.
Mientras en el anterior pacto se tenían que hacer constantes sacrificios inefectivos, la única ofrenda de Cristo trajo la promesa de salvación, el libre acceso a su presencia santa y la garantía de que Dios obra en nosotros por medio de su Espíritu, para hacer surgir en nosotros el deseo de hacer su voluntad, porque Jesús y su Palabra son ahora el sustento de nuestros pensamientos.
En estos versos de Jeremías Dios revela sus sentimientos hacia su pueblo y hace tres declaraciones: 1. “Daré mi ley en su mente y la escribiré en su corazón”. La escribirá no en piedras, sino en nuestros corazones para que impacte cada vida desde adentro y nos capacite interiormente para obedecer. 2. “yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo”. Define la vida eterna en términos de la naturaleza de nuestra relación con Él.3. “Perdonaré la maldad de ellos y no me acordaré más de su pecado”. Como parte del nuevo pacto, Dios perdonará y olvidará todo por la obra expiatoria de Jesucristo.
Dios ha hecho un pacto inconmovible e inquebrantable con nosotros. ¿Qué compromiso hemos hecho nosotros con Él? Este año es el tiempo de cumplir la voluntad de Dios, con disciplina espiritual, orando, testificando y estudiando su Palabra. Recordemos que Dios merece lo mejor de cada uno de nosotros ya que Él nos dio lo mejor: a su Hijo.