¿Nuestro testimonio habla de Cristo?
2017-12-22
1. Oración inicial
Gracias Señor, por haber tenido misericordia de mí, por sanarme, restaurarme y convertirme en un instrumento útil en tus manos. Dame valor de compartir las buenas nuevas a los demás. Amén
2. Lee la palabra de Dios
“Al entrar él en la barca, el que había estado endemoniado le rogaba que le dejase estar con él. Mas Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti. Y se fue, y comenzó a publicar en Decápolis cuán grandes cosas había hecho Jesús con él; y todos se maravillaban”. Marcos 5:18-20
3. Reflexiona
El hombre al que se refiere el pasaje fue liberado por Jesús de un demonio. El Señor le dio nueva vida y él quería acompañarlo, pero no se lo permitió. Lo motivó a que volviera y compartiese las buenas noticias de su liberación a su familia y amigos. A veces no entendemos los designios de Dios sobre nuestra vida; pero si este hombre no hubiera obedecido el mensaje de Cristo no habría llegado a Decápolis.
Jesús sabía que ese testimonio de sanidad lograría un gran impacto en esa región, llamada así por tener diez ciudades. Envió al hombre y el obedeció proclamando la obra hecha en su vida, con esto logró que muchos creyeran y se maravillaran del poder de Dios.
El Señor puede indicar a los cristianos hacer diferentes cosas según sus propósitos. En primera instancia quiere que compartamos de Él con los más allegados, esto con el objeto de que aquellos que nos conocen, vean la nueva vida que hemos recibido en Cristo y llevar así la salvación a nuestros hogares.
No tengamos temor de atestiguar de la misericordia que Dios ha tenido con nosotros. Jesús puede usarnos para llevar a muchas personas a sus pies. Si hemos experimentado su poder en nuestra vida, también somos ejemplo. El Señor anhela que seamos tan entusiastas como este hombre que comenzó a publicar cuán grandes cosas había hecho en él. Pidámosle que nos ayude a sobreponernos de la timidez, las dudas y el temor para que podamos compartir el mensaje de su amor.
Cuidemos entonces de nuestro testimonio personal, es una de las herramientas más efectivas para compartir el evangelio de Cristo. ¿Qué tan animados estamos para llevar el mensaje a los que nos rodean?
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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