Rechazados por causa de nuestra fe
2017-11-17
1. Oración inicial
Señor no me avergüenzo del evangelio porque es tu poder para que por mi fe alcanzara la salvación. Guíame a dar testimonio de tu verdad. Amén
2. Lee la palabra de Dios
“Mas Jesús callaba. Entonces el sumo sacerdote le dijo: Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios. Jesús le dijo: Tú lo has dicho; y además os digo, que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo. Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: !Ha blasfemado! ¿Qué más necesidad tenemos de testigos? He aquí, ahora mismo habéis oído su blasfemia. ¿Qué os parece? Y respondiendo ellos, dijeron: !!Es reo de muerte! Entonces le escupieron en el rostro, y le dieron de puñetazos, y otros le abofeteaban, diciendo: Profetízanos, Cristo, quién es el que te golpeó.” Mateo 26:63-75
3. Reflexiona
Nuestra fe no es fe en cualquier cosa o en las prácticas y dichos de algún ser humano u organización religiosa, nuestra fe es en Jesucristo el hijo de Dios, nuestro Señor y Salvador, y se alimenta o crece por la Palabra de Dios, como enseña Romanos 10:17 “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios”.
La declaración que hizo Pedro, revelada por el Padre, es el fundamento o piedra, sobre la cual se sustenta nuestra vida espiritual: la fe en Jesucristo el hijo de Dios (Mateo 16:16-18). Esta declaración que hacemos creyendo de corazón y confesando con nuestra boca (Romanos 10:9-10), de creer en la muerte y resurrección de Jesús, la evidenciamos con una vida de obediencia en lo que Él dejó escrito, es decir, vivimos con base en los principios bíblicos.
En naciones extremistas los verdaderos cristianos que anuncian el evangelio son perseguidos y llevados a la muerte; tal vez este no sea nuestro caso, pero la sociedad en el mundo actual se burla de nosotros, nos rechaza, nos trata despectivamente, nos dicen que estamos equivocados y que decimos mentiras por no coincidir con su estilo de vida. Pero nuestra fe, se basa en lo que está escrito, no en suposiciones o historias inventadas por hombres; una escritura que revela que lo que Dios dice se ha cumplido, se está cumpliendo y se cumplirá, tal como Él lo predijo desde muchos siglos atrás.
Por lo tanto, sigamos adelante sin temor al hombre, ya que Dios está con nosotros; guardemos su verdad y sigamos dándola a conocer por todos los medios, digitales, impresos, hablando con nuestros vecinos, amigos y familiares. Sobre todo, viviendo un estilo de vida basado en la oración, la obediencia a Dios, el amor al prójimo y el crecimiento en el conocimiento del Señor de Señores, nuestro Salvador Jesucristo.
Si nos persiguen o rechazan por causa de su nombre, recordemos que también a Él lo persiguieron y que debemos estar dichosos cuando lo hagan con nosotros, esto es evidencia de ser verdaderos discípulos del maestro. (Mateo 5:11-12).
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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