Correr

Padre, en el nombre de Jesús, quiero correr la carrera de la fe, por esto te entrego todos mis planes, mis sueños y anhelos, para que con la guía de tu Espíritu Santo, sean alineados de acuerdo a tus propósitos, amén

“¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible.” 1 Corintios 9:24-25

¿Hacia dónde corres? Si corres hacia el dinero, probablemente lo obtendrás, pero éstas cosas terrenales van a desvanecerse.
Corres y te esfuerzas por ganar algo temporal, colocas tu mejor esfuerzo por algo que luego desaparecerá por el uso, ¿Qué tal si hacemos el esfuerzo de correr la carrera dando lo mejor de nosotros mismos, pero con las cosas eternas?
Muchas personas se abstienen de algo para obtener lo que quieren, hoy en día, por ejemplo, muchos hombres y mujeres evitan adquirir el compromiso del matrimonio, porque quieren estudiar primero, luego evitan tener hijos hasta que tengan dinero suficiente, pero no se trata sólo de mis propósitos y planes, sino de rendir mi vida a los propósitos que tiene Dios, ya que sus planes y propósitos son mejores y más altos que los míos (Jeremías 29:11).
Entonces la decisión correcta es tomar los propósitos de Dios y hacerlos nuestros. Uno de ellos y el más importante, es llevar el mensaje de salvación a otros, sin embargo, nos preguntaríamos, ¿Y qué de mis sueños y anhelos? Dios no nos los va a quitar, sino que lo que desea es que confiemos en que verdaderamente Él tiene el control y sabe lo que es mejor para nosotros. Por esta razón debemos entregar nuestro trabajo, estudio, matrimonio o todo lo que hagamos, para su servicio y para su gloria.
Quiero correr la única carrera que vale la pena, la que tiene propósito, es decir la carrera de la fe, entregando todos mis planes, mi matrimonio, mi estudio, mi trabajo, para que todos conozcan que Jesús vive, que nos salva de la muerte y obtener las recompensas eternas y majestuosas que Él promete.