Control divino

Señor tu tienes el control de mi vida, porqué he de angustiarme, si tu siempre acudes a mi ayuda, tus propósitos son de bendición para mi vida, amén.

“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.” Jeremías 29:11

Tenemos muchas veces la tendencia a poseer el control de todo y no nos agrada que una situación se salga de los planes que tenemos. Cuando queremos que las cosas surjan como nos parece, ejercemos fuerza o presión, tratando de influenciar con nuestras palabras o actos, para que las cosas ocurran tal y como nos gusta.

Pero esta actitud no es correcta según los principios escritos en la Palabra de Dios. La Palabra de Dios efectivamente si nos manda a esforzarnos y ser valientes, pero en cumplir todo lo que está escrito en ella (Josué 1:8-9), a ser diligentes en entender y obedecer a Dios, pero no en tomar el lugar de Dios, ni entrar en afanes o desesperación cuando las cosas no estén bajo nuestro control.

Si confiamos en Dios, Él tiene el control de todo. Por esto Jesús nos dejó claro que no nos afanemos ni nos preocupemos (Mateo 6:25), que confiemos en Él, porque el diablo tratará de robarnos la paz e influenciarnos a tomar decisiones equivocadas atendiendo consejos opuestos a la Palabra de Dios, así como la excesiva preocupación por cosas temporales también nos pueden desviar de los propósitos del Señor (Mateo 13:23).

Pero tenemos algo seguro a que aferrarnos, más real y cierto: sus promesas, ellas nos hacen partícipes de la naturaleza divina y el aferrarnos a ellas nos dan la garantía de que efectivamente se cumplirán, pues vienen de un Dios que nunca falla.

Él tiene planes para nosotros, que son más altos que nuestros planes, siempre son mejores y buscan que tengamos un futuro y una esperanza, ya que Jesús vino a darnos vida en abundancia. Encomendemos todo proyecto en sus manos, confiemos en Él y Él hará (Salmo 37:5)