El conocimiento de Dios es la gloria del hombre

Gracias Señor, porque siendo tú infinito me has revelado a mi mente finita tu amor, tu poder y tu justicia por medio de Jesucristo, guíame cada día a ejercitarme en el conocimiento de tu Palabra para entenderte y agradarte más. Amén

“ Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová.”
Jeremías 9:23-24

¿De qué nos nos jactamos en nuestra vida? ¿De tener el vehículo último modelo, la casa más bonita, de títulos o de nuestra cuenta en el banco? Todo esto son cosas perecederas, mas la palabra de Dios permanece para siempre. Adquirir conocimiento de Dios es la preparación que hacemos en este tiempo presente para toda una eternidad, lo que estamos viviendo en este mundo, es la única oportunidad para conocer a Dios por medio de la Biblia y para colocarla en práctica ejercitando los sentidos para discernir el bien y el mal (Hebreos 5:14).
Alardear de nuestra propia sabiduría es necedad ante la inmensidad de un Dios infinito, pero que precisamente por medio de su Palabra nos revela su pensamiento, y sólo lo podemos entender cuando recibimos a su Espíritu por medio de la fe en Jesucristo. Presumir de mi propia fuerza ante el poder de la fuerza de Dios, solo habla de nuestra gran debilidad, pues una simple gripe nos limita como seres humanos, mientras que el poder y la fuerza de Dios no tienen límite. Entender a Dios habla de una estrecha relación, de una intimidad con Dios por medio del conocimiento de su Palabra, es la forma directa en que Dios habla; por esto cada día coloquemos todo esmero y diligencia en conocer su Palabra, creciendo cada día en el conocimiento de la verdad que es Cristo y entendiendo su voluntad por medio de la renovación de nuestras mente.