Tu lugar
2017-08-23
1. Oración inicial
Señor, mi vida está en ti, y tu estás ahora en mi, puedo vivir confiadamente glorificando tu nombre, anunciando el mensaje de tu amor, derramado en mi corazón. Amén
2. Lee la palabra de Dios
“¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.” 1 Corintios 6:19-20
3. Reflexiona
En el antiguo testamento, el Espíritu venía sobre Sansón, dándole fuerza extraordinaria según el propósito que Dios tenía con él, pero luego se iba, así mismo, vino sobre muchos hombres para darles poder, fuerza, entendimiento y hacer por medio de ellos obras sobrenaturales para la gloria de Dios, pero no se quedaba permanentemente en el corazón de estos hombres (Salmo 51:11).
En el nuevo testamento, a partir de Hechos 2, cuando aceptamos a Cristo en nuestro corazón, Él cumple su promesa de Juan 14:15-17, y es enviado su Espíritu a morar en nosotros. Él estaba con ellos y promete que estará en nosotros, “porque mora con vosotros, y estará en vosotros”. Pero debemos saber esto: Que una vez Él entra a habitar en nosotros, es para siempre (Juan 14:16, Efesios 1:13). No hay nada que hagamos que produzca que Él se vaya o salga de nosotros, sin embargo, Él se contrista cuando estamos obedeciendo a la carne y no a su guía (Efesios 4:30). Fuimos comprados con la sangre preciosa del Salvador, por lo tanto, vivamos en total dependencia de la dirección de su Espíritu, consultando en la Palabra de Dios ante cualquier decisión y en oración presentemos nuestro cuerpo y nuestro espíritu como instrumentos de santidad y amor, no para el pecado, ya que somos el lugar donde su Espíritu habita ahora.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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