¿Dudas? Parte 2

Señor, coloco en este día todas mis decisiones en tus manos, confiando plenamente que tu me mostrarás el camino que debo seguir y descanso en tí, en tu dirección por medio de tu Espíritu. Amén.

«Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero;». Isaías 46:9-10

Sólo Dios puede saber lo que nos conviene, El ve mas allá de los hechos mismos, el mira el corazón.
El diablo colocó duda en el corazón de Adán y Eva, para que dudaran de Dios, tergiversando o torciendo su palabra; así mismo hoy en día, el enemigo quiere hacer lo mismo, que tengamos dudas, llevándonos a desconfiar y a ir en contra de la misma naturaleza de un Dios que permanece constante, fiel, inconmovible, seguro.
¿A quién vamos a consultar sobre decisiones que decidirán nuestro futuro? Sólo Dios ha anunciado desde el principio de los tiempos todo lo que iba y va a suceder con siglos de anticipación, con una precisión asombrosa. Además, solo Dios conoce lo más profundo de nuestro corazón y mediante su palabra desnuda sus intenciones. Entonces, arrodillemos nuestro corazón y confiemos plenamente, en total certidumbre de fe, al altar hecho no con manos de hombres sino el que ha sido cubierto con la sangre del cordero, por el cual podemos entrar libremente a consultar al que verdaderamente ve más allá de lo evidente.