La verdad es Jesús

Mi Señor y Salvador, tú me has hecho verdaderamente libre, quiero comprender cada día el significado profundo de lo que has hecho por mí en la cruz y vivirlo realmente en mi vida. Amén.

Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;
y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Juan 8:31-32

¿Cuál es la verdad? Ante tantas religiones que dicen tener la razón, tantas filosofías, tantas formas de pensar, ¿Quién tiene la razón?.
Únicamente el hijo de Dios se atrevió a declarar “Yo soy la verdad…”.
La verdad no es una filosofía, ni una religión, ni una denominación, la verdad es un hombre, una persona, la verdad es el mismo Cristo. Pero se hace práctica y evidente cuando su verdad habita en nuestro corazón. A diferencia de las supuestas verdades que tienen otras filosofías y religiones, la verdad de Jesucristo, libera, llena de paz, de gozo, de plenitud, de vida. Las “verdades” del mundo esclavizan, llenan de religiosidad, llenan de argumentos pero no llenan el vacío espiritual del hombre. A los que seguían estas verdades, Jesús les llamó sepulcros blanqueados. Personas llenas de buenas intenciones y de aparente bondad, pero sin el Espíritu de Dios, el Espíritu de verdad, habitando en ellos, porque no se arrepentían y creían en el hijo de Dios. Por lo tanto, sólo hablaban engaños y así mismo eran sus frutos. Confiemos sin dudar, en la palabra de Dios y practiquémosla, así somos verdaderamente libres, pues sólo Jesucristo nos libera, a través del conocimiento de su palabra.