Oremos para que venga el reino de Dios

Amado Señor queremos que tu reino se establezca primero en nuestras vidas, que tú hagas tu voluntad en nosotros y luego sea llena la tierra de tu Palabra para que muchos lleguen al conocimiento de la verdad. Queremos orar como Jesús nos enseñó en el Padre Nuestro para que tu voluntad se haga en los cielos y en la tierra. Amén.

«Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos. Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal.», Lucas 11:1-4

El orar para que venga el reino de Dios y para que se haga su voluntad en la tierra debe ser muy importante para nosotros sus hijos, especialmente cuando le hemos pedido que gobierne nuestras vidas. Recordemos la necesidad de someter nuestra voluntad a Dios diariamente, aunque sea una lucha permanente como cristianos el separar tiempo para ajustar nuestra voluntad a la voluntad de Dios.
Las palabras de Jesús, «Venga tu reino» son más que una sugerencia a orar por un futuro reino milenial, pues todo en esta oración tiene que ver con nuestro diario vivir, pidiéndole a Dios que gobierne cada día nuestra vida. No se trata de una fórmula para ser repetida, sino más bien un modelo a seguir, donde clamamos no solo que haga su voluntad en nosotros, sino que supla nuestro pan diario, nos mantenga limpios de pecado, nos provea el perdón, para estar en paz con los demás y nos guarde y nos de fortaleza para resistir la tentación. El Padre Nuestro no solamente nos enseña a orar sino que es un canal de gracia de Dios en nuestras vidas, ya que frente a nuestras fallas Dios provee la gracia para recomenzar cada día. Pidamos su gracia y oremos para que el reino de Dios venga, en la actual situación mundial, esto significa en esencia: «Padre, que tu Reino venga aquí y ahora».