El que pide recibe

Padre Bueno, enséñame a pedirte conforme a tu voluntad, porque sé que para los que creen en Dios todas las cosas les ayudan a bien, con tu amor y compasión puedo superar cualquier dificultad que se presente en mi vida porque contigo soy más que vencedor, a ti sea la gloria y honra. Amén

“Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis”. “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá”, Mateo 21:22; 7:7-8

Alguna vez te has preguntado ¿Porque Dios no me responde cuando he buscado su ayuda? Si Jesús dice: Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis. Continúa diciendo que él suplirá toda necesidad conforme a sus riquezas en gloria, en su Hijo Jesucristo. Y pasan los días de espera, y no hay respuesta y llegamos al desánimo. Pero la pregunta es: ¿es necesario lo que pides? o ¿acaso pides sin necesidad? La biblia dice: “Pedís y no recibís, porque pedís mal, para gastar en nuestros deleites”.

No todo lo que le pides a Dios, te conviene, o su demora puede ser para darte algo mejor, o también hay algo que debes cumplir, como dice Juan 15:7 “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho”.
La unión con Cristo significa ser obediente a Dios. Permanecer involucra nuestra respuesta a la enseñanza de Jesús. Pablo escribe: “La palabra de Cristo habite en abundancia en vosotros”.

Permanecer en Cristo significa permitir que su Palabra llene nuestras mentes, dirija nuestras voluntades y transforme nuestros afectos. Nuestra relación con Cristo está íntimamente ligada a lo que hacemos con su Palabra. ¿Somos hacedores de su palabra?
Permanecer en Cristo es evidencia de una salvación genuina. Jesús reiteró la importancia de permanecer como expresión de fe verdadera cuando dijo, “Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos”