Música de Dios
2017-02-15
1. Oración inicial
Padre, anhelo que mis canticos fluyan en la unción del Santo Espíritu y sean agradables melodías a tu oído. Doblego mi corazón delante de ti, para que mi alabanza y adoración sean grato perfume en tu presencia. Te exalto, mi Señor, mi Dios, mi Rey, y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre. Amén
2. Lee la palabra de Dios
“y con ellos a Hemán, a Jedutún y a los otros escogidos declarados por sus nombres, para glorificar a Jehová, porque es eterna su misericordia. Con ellos a Hemán y a Jedutún con trompetas y címbalos para los que tocaban, y con otros instrumentos de música de Dios”, 1 Crónicas 16:41-42
3. Reflexiona
En la Escritura vemos que en el cielo hay continua adoración, y es realizada, es un ambiente totalmente diferente a lo que nosotros conocemos. Apocalipsis nos deja ver esto: serafines, querubines, los seres vivientes, millones de millones de ángeles adoran al que vive por los siglos de los siglos, y nosotros también le adoraremos, porque estaremos para siempre con el Señor.
Veamos que David tenía cantores y músicos, que lo hicieran bien técnicamente, pero requería de ellos fidelidad y consagración. Hemán significa Fiel y Jedutún significa “El que alaba” “elogiador”, eran familias de la tribu de Leví. Se destaca la frase “música de Dios” por ello LA MUSICA DEBE AJUSTARSE AL MODELO DE DIOS, evitar los modelos del mundo.
La música existía antes de la creación de la tierra. Luzbel era un ser relacionado con la música, y fue creado antes de ser creada la tierra. Dice la Biblia: “flautas y tamboriles estuvieron preparados para ti el día de tu creación”; “descendió al Seol tu soberbia y el sonido de tus arpas”. Por esto el diablo es un imitador y desea ser adorado. Un ejemplo lo vemos en Nabucodonosor, cuando hizo esa inmensa estatua de oro, que todos debían adorar al escuchar los instrumentos. Vemos mucho de esto en la música de hoy: mensajes directos y subliminales, música y letra que incita a la depresión, a la inmoralidad, a la rebelión e incluso al ateísmo.
Dios anhela que la adoración que levantamos sea completamente para él, conforme a su modelo, guiados por su Santo Espíritu y experimentar su presencia que lo transforma todo, somos sacerdotes llamados a ministrar su grandeza, su poder, su misericordia, su soberanía, su omnipotencia, su gloria.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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