Jesús el Buen Pastor
2017-02-03
1. Oración inicial
Amado Dios, que privilegio poder acercarme a ti como el Buen Pastor y ser parte de tu rebaño al cual tú cuidas, cuanto necesito de ti, como la torpe oveja necesita la guía de su pastor, necesito de tu vara y tu cayado, necesito saciar mi hambre en tus verdes pastos, necesito beber de tranquilas aguas las que solo tú me puedes dar. Gracias Señor por permitirme entrar por la puerta de las ovejas, llegar ante tu presencia con regocijo, sabiendo que pueblo tuyo soy y oveja de su prado. Amen
2. Lee la palabra de Dios
“Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos”, Juan 10:7-9
“Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas[…] Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas”, Juan 10:11, 14-15
3. Reflexiona
Las frases de YO SOY forman el centro distintivo del lenguaje de revelación de Jesús en el evangelio de Juan.
“Yo soy el buen (kalos) pastor” Existen dos palabras griegas para la palabra buen. La primera es agathos, que “simplemente describe la calidad moral de una cosa.” La segunda es kalos (utilizado en este versículo), que significa que “una cosa o una persona no es solo buena; sino que en su bondad existe una calidad cariñosa, amable, y atractiva, haciéndola algo maravilloso” En la imagen de Jesús como el Buen Pastor hay belleza tanto como fuerza y poder”. Por tanto kalos significa bello en el sentido de un ideal o modelo de perfección.
“El buen pastor su vida da por las ovejas”. Esto nos hace pensar de David, el pastorcillo que mató un león y un oso defendiendo sus ovejas (1 Samuel 17:35-36). Seguro que algunos pastorcillos pierden su vida protegiendo sus ovejas de animales salvajes o de ladrones. Ser un pastor no es para el flojo de corazón.
La figura del buen pastor, para algunos puede ser muy tierna y hablarnos profundamente al corazón, como la tierna figura de Jesús de Nazaret. Ante tal cuidado y un amor tan inmenso que se nos regala no es posible permanecer indiferentes. Escuchemos con atención esa dulce voz del buen Pastor y sigámosle.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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