Dios nos sostiene en la batalla
2017-01-30
1. Oración inicial
Dios mío, ayúdame a confiar en ti, en no dudar que mi socorro eres tú, que tu diestra me sostiene, no importa cuál sea el gigante o la batalla que enfrente, tu pelearas la buena batalla conmigo, porque nunca me dejaras, ni me desampararas.
2. Lee la palabra de Dios
«Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel. Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la batalla, y él os entregará en nuestras manos.», 1 de Samuel 17:45-47
«Si él pudiere pelear conmigo, y me venciere, nosotros seremos vuestros siervos; y si yo pudiere más que él, y lo venciere, vosotros seréis nuestros siervos y nos serviréis.», 1 de Samuel 17:9
3. Reflexiona
Goliat el gigante desafío no solo al ejército de Israel sino que desafió al Dios Todopoderoso. David vence al gigante, pues antes enfrentarlo físicamente, él lo enfrentó en fe.
Nuestro enemigo siempre anda al asecho, como león rugiente, es farsante, es impostor, padre de la mentira, nos puede llenar de duda y temor. Su éxito está en alejarnos de Dios.
No importa cuál sea el gigante que tengamos que vencer, al igual que David tengamos la confianza de que Jehová de los ejércitos nos dará la victoria, pues él nos ha dado armas espirituales para vencer.
Desde nuestro punto de vista humano podemos fracasar, pero si nuestra fe y confianza están puestas en Dios, la batalla estará ganada. No debemos desmayar antes de que sucedan las cosas, nuestra actitud debe estar basada en las promesas de la palabra de Dios recordando y agradeciendo cada uno de esos gigantes que Dios nos ha ayudado a vencer.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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