Dios por siempre

SEÑOR gracias por este nuevo día, hoy venimos a ti, con un corazón dispuesto para agradarte, encontrando en ti nuestro refugio que hace de nosotros personas seguras en nuestro diario caminar. Nos colocamos en tu presencia para que nos guíes conforme a tu voluntad y no a la nuestra, entendiendo que tu estas con nosotros, librándonos de todo mal y extendiendo tu mano para nuestra pronta ayuda.

«Señor, tú nos has sido refugio De generación en generación. Antes que naciesen los montes Y formases la tierra y el mundo, Desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.», Salmo 90:1-2

Porque nuestra mente está limitada y aun nosotros mismos no nos permitimos explorar la grandeza de DIOS en su conocimiento, muchas veces nos sentimos derrotados y sin aliento, como si Él no fuera más grande que el mundo. Más grande que nuestras necesidades, más grande que nuestros problemas.
No olvidemos que Él es DIOS y lo será por siempre, en quien debemos descansar confiadamente, refugiándonos en su corazón porque nos ha amado y nos amara por siempre.
De ahí que cuando veamos que el problema es muy grande en nuestra vida y no le vemos la salida, entreguémoslo al SEÑOR y confiemos en que Él nos da la solución.