Semilla
2016-11-29
1. Oración inicial
Señor, quiero que tu palabra y tu Espíritu me lleven a morir en cada aspecto que no te de a ti la Gloria y la honra. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
«De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto.» Juan 12:24
3. Reflexiona
Debemos nacer de nuevo para producir fruto verdadero. La muerte de nuestros deseos pecaminos, de nuestro yo es lo que significa tomar la cruz y seguir a Cristo. Morir al viejo hombre lleno de vicios, de comportamientos orientados al mal y a repetir los mismos errores, es imperativo para producir fruto verdadero, arrancar de raíz todo aquello que no dé la Gloria a Dios, que no se someta a Dios. Es nuestra guerra personal, y es una guerra a muerte. ¿Quién dijo que las guerras son fáciles? Pero tenemos la victoria asegurada en Cristo, pues Él nos da la fuerza suficiente para salir más que vencedores.
Morir en cada aspecto de nuestras vidas, en la oscuridad que detectamos a la luz de la Palabra, estos es lo que significa ser perfeccionados: morir día a día a nosotros mismos para que Cristo viva plenamente en nosotros.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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