Ocuparse del Espíritu

Padre, gracias por tu Espíritu que me guía y me da fuerzas para vivir conforme a tu verdad y no a los deseos de la carne, gracias porque me has dado vida en Cristo.

«Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia.», Romanos 8:6-10

¿En que nos ocupamos diariamente en nuestra vida diaria? ¿A que le dedicamos la mayor parte de nuestro tiempo? Si colocáramos una gran pantalla de cine e invitáramos a nuestros familiares y amigos a proyectar nuestro pensamiento, ¿en que estaríamos pensando? Tal vez no seriamos capaces de proyectar nuestro pensamiento en una pantalla pública, pero imaginemos que lo pudiéramos hacer, ¿la mayor parte de nuestro tiempo nuestros pensamientos se ocuparían de cosas carnales o espirituales?
La palabra de Dios dice que si nos ocupamos en la carne (en hebreo «basar», en griego «sarx», en latín «caro», tendencias pecaminosas, debilidades), es muerte, mas ocuparse del Espíritu es gozo y paz, en otras palabra vivir siendo guiados en todo momento por su Espíritu que habita en nosotros, es hacer lo que Dios le agrada y vivir en equilibrio, en armonía con Dios y nuestros hermanos, haciendo lo que agrada a Dios, siendo luz y llevando paz a todo lo que nos rodea.