Decisiones en calma. Parte 2
2016-11-07
1. Oración inicial
Mi Señor, que el afán de este siglo y el engaño de las riquezas no ahoguen la palabra que me has hablado, que sea tu Santo Espíritu mostrándome a través de tu palabra lo que debo hacer en cada situación de mi vida, amén.
2. Lee la palabra de Dios
«El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa.» Mateo 13:22
3. Reflexiona
El afán de este siglo, se refiere al ritmo que impone el mundo actual, a hacer de manera rápida todo, express. El señor Jesús, nos habla de dos factores que hacen que la palabra no dé frutos en nosotros: el afán y el fijar nuestra atención en la ilusión de las riquezas.
Si la Palabra no da frutos significa que no la hemos guardado, que no hemos hecho tal y como está escrito, sino tal y como el afán o la ambición de riquezas nos han dictado. Si queremos que la Palabra dé fruto en nosotros y que tengamos la capacidad de tomar decisiones correctas, debemos abandonar el afán. Las mejores decisiones de nuestra vida van a surgir de un corazón que se arrodilla, se rinde a Dios, buscándole en oración y guiado por su Palabra. En la paz de nuestro cuarto, en la intimidad con Dios, surgen las decisiones, se alejan las dudas y los temores.
La Palabra de Dios debe ser nuestro manual para tomar decisiones, el criterio que debemos aplicar para tomar un camino u otro y en oración buscamos un encuentro personal con Dios, donde le exponemos todos nuestros asuntos, buscando su dirección y su paz, lo que da como resultado el entendimiento y la luz para nuestras decisiones.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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