La intimidad con Dios es obediencia. Parte 2
2016-10-27
1. Oración inicial
Señor, Padre celestial, propongo hoy guardar mi corazón sólo para ti, guardar mi pensamiento en tu palabra, buscar en cada decisión de mi vida tu guía, para obedecerte y no fallarte, Amén
2. Lee la palabra de Dios
«Se propuso Daniel en su corazón no contaminarse con los manjares del rey ni con el vino que él bebía, y pidió al jefe de los oficiales que le permitiera no contaminarse.», Daniel 1:8
3. Reflexiona
Daniel era un joven que vivió en la época en que Israel fue arrasado por Babilonia. Era un joven que propuso en su corazón apartarse para Dios. El significado de lo que hizo Daniel de no contaminarse con la comida del Rey representa la decisión de Daniel de obedecer a Dios, apartándose de hacer lo mismo que hacía la gente sin conocimiento de Dios, es decir los babilonios. Babilonia representa el mundo corrupto con sus vicios y costumbres, que viven como si no existiera un Dios todo poderoso, dando rienda suelta a sus propios deseos y pecados. Daniel se propone vivir para agradar a Dios guardando su corazón, como en el libro de proverbios 4:23 declara, “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.” Así mismo, imitando el comportamiento de Daniel, debemos apartar nuestro corazón de todo aquello que nos invite a desobedecer a Dios, tengamos presente en nuestra mente que la obediencia es algo que practicamos a diario pero que inicia con un corazón que se entrega totalmente a Jesús y se aparta obedeciendo todo lo que agrada a Dios.
¿Hemos entregado verdaderamente nuestro corazón a Jesús y nos hemos apartado para él? El primer paso es guardar nuestro corazón y nuestro pensamiento, buscando su Palabra.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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