La intimidad con Dios es un cambio de pensamiento
2016-10-23
1. Oración inicial
Padre, revélame tu Palabra cada vez más, abre mis ojos espirituales a tu verdad, ayúdame a alinear mis pensamientos a tu Palabra para actuar íntegramente. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
«No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.», Romanos 12:2
3. Reflexiona
Ya que por medio de la cruz del calvario nuestra relación con Dios es restaurada, nos reconciliamos con Él, tenemos el camino abierto por medio de Jesucristo para “andar” con Dios a diario. Colocarnos en acuerdo con Dios implica alinear mis pensamientos a los pensamientos de Dios los cuales están revelados en su Palabra, como enseña Romanos 12:2, no debemos pensar o hacer como hace la gente sin Dios, como el mundo “normalmente” toma decisiones, ya que esto conduce a consecuencias de dolor y de muerte como podemos evidenciarlo. Debemos cambiar nuestra forma de pensar; ¿ahora cómo debo pensar? Como Dios piensa, ¿ahora cómo debo hacer? Como Dios dice que haga. Seguir en nuestro propio intelecto, tratando de resolver a “nuestra manera” es ser necios, sabiendo las consecuencia de muerte, dolor, soledad y desesperación que causa el pensar y vivir como el mundo corrupto actual.
La Palabra de Dios promete que si realizamos esta transformación en nuestras mentes, en nuestra forma de pensar, sabremos qué hacer y por lo tanto esteremos de acuerdo a sus propósitos, los cuales son buenos, agradables y perfectos para con nosotros.
Así como nuestros padres quieren lo mejor para nosotros, nuestra protección y nuestro éxito en todo, cuanto más el Padre celestial quiere que al agradarle nuestra fe seamos recompensados con toda bendición espiritual en Cristo Jesús. Una fe madura implica un cambio profundo de pensamiento, que concluye en una obediencia a Dios en todo aspecto de nuestras vidas.
Para esto debemos estudiar lo que Dios dice, memorizar su Palabra, guardar y atesorar cada palabra como el más valioso tesoro, debemos prepararnos para manejar con exactitud su doctrina, buscando cada día ser limpiados, corregidos e instruidos en la sabiduría del Altísimo.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
Puedes compartir este devocional en Facebook, Whatsapp, Twitter y LinkedIn