Dios es omnisciente

Dios mío, Tú me has conocido desde la eternidad, aún antes de la creación, pues tú me formaste en el vientre de mi madre y todo lo mío, hasta mis más profundos pensamientos lo sabes de mí, aún conocías mi pecado pero tú gran amor me limpio en Jesucristo. Gracias mi Dios omnisciente. Amen

“Los ojos de Jehová están en todo lugar, mirando a los malos y a los buenos”, Proverbios 15:3
“Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, Y todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda”, Salmo 139:2-4

Omnisciencia es definida como el estado de tener un conocimiento total, de saberlo todo.
Dios conoce perfectísimamente todas las cosas. Y las conoce, no de una manera confusa o general, sino con un conocimiento clarísimo y singular. Esto significa que Dios conoce íntimamente todo lo material y lo espiritual. Dios no tiene límite en sabiduría y conocimiento porque él sabe todas las cosas. La Biblia está llena de evidencias que demuestran que Dios sabe: el pasado, el presente y el futuro.
Para que Dios sea soberano sobre la creación de todas las cosas, ya sean visibles o invisibles, Él tiene que ser omnisciente. Su omnisciencia no se limita a una sola persona en la Deidad, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo gozan de este atributo por naturaleza.
Dios conoce los más mínimos detalles de nuestra vida, Él menciona que aún sabe, cuando cae un pajarillo o cuando perdemos uno solo de nuestros cabellos. No sólo sabe Dios todo lo que ocurrirá hasta el final de la historia misma, sino que Él también conoce nuestros propios pensamientos, aún antes de que hablemos.
Él conoce nuestro corazón desde lejos; y aún nos vio antes de nacer dentro del vientre materno. Salomón expresa perfectamente esta verdad cuando dice, “…porque solo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres”.