Redimidos por la sangre de Cristo. Parte 1

Padre Amado, gracias te doy porque a través de las páginas extraordinarias de la Biblia me has enseñado con claridad el admirable plan de redención, pues, solo tu sangre derramada en la cruz podía redimirme de la esclavitud del pecado. Gracias Señor, Amen

«Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación», 1 Pedro 1:18-19

La Biblia no es un compendio de cuentos y relatos, de principio a fin narra acontecimientos reales de la historia de la redención. Como historia que es, tiene su comienzo y también su fin y propósito. Pablo dijo: …”esto (lo ocurrido en Jerusalén a Jesús) no se ha hecho en secreto” (Hch 26.26), fueron eventos históricos y parte del plan divino que Dios iba a su tiempo revelando a la humanidad. Es más, cada suceso descrito en la Biblia, uno tras otro, enseña, explica y da luz sobre el grandioso plan de redención que gradualmente se va aclarando a través de sus páginas, hasta llegar finalmente al glorioso triunfo de Jesucristo sobre todo enemigo, todo obstáculo y todo poder.
La Biblia no es un libro escrito para tratar los problemas de individuos en sus quehaceres diarios, con algunas soluciones prácticas y sabias. Ni tampoco es para informarnos cómo vivían generaciones pasadas. Más bien es un libro en que todos los eventos, todas las personas y todos los sucesos detallan la mano de Dios obrando en la historia, pasada, presente y futura, para incorporar a gente pecadora al pueblo de los redimidos por la sangre de Cristo