La familia. Parte 3

Señor, Padre mío, así como tu me enseñas el camino que debo seguir, dame el entendimiento para enseñar a mis hijos tu palabra, dándoles primeramente ejemplo de obediencia a ti, de arrepentimiento y crecimiento constante. Fortaléceme para que ni yo ni mi familia caiga en las malas enseñanzas del mundo

“Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.”, Deuteronomio 6:6-7

La familia integra un lugar especial en la voluntad de Dios, donde se enseña la palabra de Dios a los hijos, un lugar donde se enseñan valores, rectitud, disciplina. ¿De donde vienen estas enseñanzas? De la verdades absolutas y espirituales que están escritas en la Biblia. Si como padres ejercemos la función vital de repetir, enseñar, hablar y practicar la palabra de Dios, nuestra familia será llena de bendiciones, protección y de hijos sanos y prósperos en todo lo que hagan, conforme nos enseña Josué 1:8 “Este libro de la ley no se apartará de tu boca, sino que meditarás en él día y noche, para que cuides de hacer todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino y tendrás éxito.”