El débil. Parte 3

Padre en mi angustia clamo a ti, se que me responderás y me libraras de todos mis temores, por esto descanso en ti. Gracias Señor.

«El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.», Isaías 40:29-31

Vamos a un gimnasio a fortalecer nuestros músculos, cuando queremos fortalecer nuestro espíritu a donde vamos? Unos van a una religión, otros van a buscar el consejo de un amigo, otros buscan una práctica de la nueva era. Sin embargo, el único que puede fortalecer nuestro espíritu es el creador de todos los espíritus. El da fuerzas al cansado y multiplica la fuerza del que no tiene. Aun si estamos en la situación mas difícil, la palabra nos enseña que lo busquemos y hallaremos descanso para nuestras almas y la fuerza necesaria.
Esto significa que esperar y confiar en Dios, es la forma de obtener verdadera fortaleza para nuestras angustias, pero no esperamos pasivamente, si no en oración, estando atentos a escuchar su mandato, su dirección en cualquier asunto y hacer como EL nos dice. Y aun en angustia alábale, por que dice su palabra en el Salmo 42:11 “¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío”.