Hablar con fe
2016-03-30
1. Oración inicial
Señor, cambia mi lenguaje, que al hablar siempre confiese con poder lo que tu Palabra dice, para traer sobre mí y los que me rodean, tu bendición. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho”.
3. Reflexiona
El mayor poder del cristiano se resume en lo que este habla. Jesús dice que es verdad que lo que decimos afecta todo nuestro ser y lo que nos rodea. La seguridad de esta afirmación está respaldada por lo que dice en Isaías 53:5 “Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados”.
¿Cuántos creemos en el poder sanador de Jesús? El llevó sobre Él, todas nuestras rebeliones, nuestros estados de ánimo, nuestras actitudes, nuestros pecados, nuestra falta de paz, de seguridad, de confianza, nuestra inestabilidad, nuestra ansiedad, nuestras preocupaciones, nuestra falta de salud. El paso más importante en la vida de un hijo de Dios es repetir acerca de lo que cree en su corazón y expresarlo con sus labios. ¿Somos, sanos, prósperos, felices, amados y bendecidos? Creamos y confesemos su Verdad.
El apóstol Pablo nos exhorta a renovar nuestras mentes, nuestra manera de pensar, ya que la buena voluntad de Dios solo se puede manifestar en una mente sana y equilibrada, y cambiar nuestro lenguaje, ya que el lenguaje del mundo por lo general es desalentador, devastador y negativo. Dios nos ha dado sus promesas ciento por ciento positivas.
Guardemos nuestra boca para no hablar necedades sino la sabiduría de Dios.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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