Una verdadera consagración
2016-02-19
1. Oración inicial
Señor quiero consagrar mi vida a ti, ayúdame a negarme a todo aquello que te desagrade y dame fortaleza para ser constante en mi vida de oración, en el estudio de tu Palabra y en congregarme con otros hermanos en la fe. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
«Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional».
«Si esto enseñas a los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido.
Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad; porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera. Palabra fiel es esta, y digna de ser recibida por todos».
3. Reflexiona
La palabra consagrar significa: Apartar, dedicar, santificar. Un cristiano consagrado es el que entiende que hay que autonegarse, diciéndole no a los placeres del mundo, al pecado y a la vanagloria de la vida. Es decirle no a todas esas ideas y filosofías engañosas del mundo actual que nos hacen actuar equivocadamente. Es decirle no al pasado y sus fracasos para dar paso a nuevas oportunidades que nos ofrece una vida consagrada.
La consagración es motivada por una fe activa, una fe que se ejercita para crecer en la piedad, con una vida de oración vigorosa y un estudio constante de la Palabra de Dios y una vida en comunión y unidad con los santos. A veces en la iglesia tenemos hermanos y por fuera de ella, relaciones personales que nos pueden alejar del Señor, cuando nos inducen a participar de actividades que nos llevan a pecar, podemos tener amistades pero nuestro deber es influenciar sobre sus vidas con el evangelio del amor del Señor.
El que quiere vivir una vida de consagración tiene que empezar por vivir una vida de santidad. No es una vida de fanatismo sino de santidad, que refleje la posición que mantenemos como cristianos dentro y fuera de la iglesia. Es separarse de todo aquello que a Dios no le agrada. Ser cada día más como el Señor. Siendo ofrenda ante su altar. Dándole lo mejor a Dios, lo mejor de nuestros talentos, habilidades y tiempo.
La consagración es servicio continuo que debe ser nuestro culto racional. Si nuestros pensamientos son consagrados nuestras acciones también lo serán. Todos tenemos la capacidad para vivir vidas consagradas, porque todo lo tenemos en Cristo que nos fortalece.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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