Creados para alabar a Dios
2016-01-20
1. Oración inicial
Jehová de los ejércitos, grande eres tú, digno de suprema alabanza; digno de todo honor, honra y gloria. Cada instante de mi vida quiero rendirlo en alabanza, llenar tu trono de adoración, pues para la gloria tuya me has creado y te exaltaré por siempre mi amado Rey. Amen.
2. Lee la palabra de Dios
“Alabad a Jehová desde los cielos; Alabadle en las alturas. Alabadle, vosotros todos sus ángeles; Alabadle, vosotros todos sus ejércitos. Alabadle, sol y luna; Alabadle, vosotras todas, lucientes estrellas. Alabadle, cielos de los cielos, Y las aguas que están sobre los cielos. Alaben el nombre de Jehová; Porque él mandó, y fueron creados. Los hizo ser eternamente y para siempre; Les puso ley que no será quebrantada. Alabad a Jehová desde la tierra, Los monstruos marinos y todos los abismos; El fuego y el granizo, la nieve y el vapor, El viento de tempestad que ejecuta su palabra; Los montes y todos los collados, El árbol de fruto y todos los cedros; La bestia y todo animal, Reptiles y volátiles; Los reyes de la tierra y todos los pueblos, Los príncipes y todos los jueces de la tierra; Los jóvenes y también las doncellas, Los ancianos y los niños. Alaben el nombre de Jehová, Porque sólo su nombre es enaltecido. Su gloria es sobre tierra y cielos”.
“Todo lo que respira alabe a Jehová. Aleluya”
3. Reflexiona
La alabanza comienza en los cielos, con todos los coros angelicales, sigue en el cosmos y todo lo creado, montes, planta, animales, para continuar con los reyes de la tierra, todos los pueblos; los jóvenes y también las doncellas, Los ancianos y los niños.
Fuimos creados para alabar a Dios y muchos creyentes ignoran este privilegio, pues se sienten incomodos a la hora de la alabanza en la iglesia. La Biblia, dice: si usted respira, fue hecho para alabar.
Muchos dicen yo alaba en silencio. Eso no es suficiente. La Palabra dice que también necesita tenerla en su boca, que “sus santos darán voces de júbilo”.
Empiece a alabar a Dios, quizá le parezca extraño; pero si lo hace con frecuencia, se convertirá en algo natural. Porque la alabanza hace que la gloria de Dios se manifieste en nuestra vida, y así andaremos a la luz de la presencia del Señor. La alabanza emprenderá un avivamiento en nuestra vida.
Cuando nos despojamos de los prejuicios y dejamos que el Espíritu de Dios actúe por medio de nuestra vida, entonces alabaremos con libertad así los demás nos miren con extrañeza, pero para Dios somos especial tesoro.
Aprenda a tener una actitud de alabanza y acción de gracias siempre. Cuando la alabanza sea algo natural en su vida de oración, se le hará más fácil alabar a Dios en los cultos de la iglesia.
Abra su boca y su corazón y empiece a alabarlo, porque para eso le creó Dios y verá en su vida las manifestaciones del poder de Dios.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
Puedes compartir este devocional en Facebook, Whatsapp, Twitter y LinkedIn