La victoria está en Cristo

Amado Dios, infinitas gracias te doy por haberme dado la victoria sobre el pecado por medio del Señor Jesucristo. Quiero permanecer firme, constante, participando en tu obra como obrero aprobado por ti y que usa bien la Palabra de Verdad. Gracias Señor. Amen.

“Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”.
“Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo”.

Seguimos a un líder victorioso: Jesucristo, que ha derrotado a Satanás, el pecado y la muerte. Pablo da fin a su gran capítulo sobre la resurrección, en 1 Corintios, con el grito de triunfo: “Gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo”.
Hay momentos en que parecería que el diablo estuviera en el trono y que la maldad reinara en el universo. Entonces se necesita el ojo de la fe para ver que la batalla decisiva de la historia ya se peleó y se ganó en una cruz y en una tumba vacía. Debido a que Jesucristo vive, nosotros también viviremos con él más allá de la cortina que los hombres llaman la muerte. Jesús les dijo a sus discípulos: Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis. (Jn 14:19) y aún más en Apocalipsis 14:13 dice: “Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen”.
Pablo escribió a la iglesia en Corinto, pero estas palabras están tan frescas para nosotros el día de hoy: “Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano”