La biblia nuestro alimento
2016-01-05
1. Oración inicial
Padre Amado, gracias por tu Palabra, tus mandamientos me han hecho sabio y he caminado en la verdad, y hoy puedo decir con toda firmeza: “Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino”. Te amo Señor. Amen
2. Lee la palabra de Dios
“Bienaventurados los perfectos de camino, Los que andan en la ley de Jehová. Bienaventurados los que guardan sus testimonios, Y con todo el corazón le buscan”
“¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación. Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos, Porque siempre están conmigo”
3. Reflexiona
Todo el Salmo 119 es un himno de alabanza de quienes se deleitan en la Palabra de Dios y buscan suplir sus necesidades más íntimas a través de su ley, sus enseñanzas, y sus promesas.
El apóstol Pedro exhorta a los creyentes así: “Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación, si es que habéis gustado la benignidad del Señor”.
Durante todos los años que han transcurrido, Dios ha dado a sus hijos palabras de dirección, consuelo, y ayuda en la medida en que se han alimentado de la Palabra de Dios.
Por el estudio de la Biblia hemos hallado dirección para nuestros pasos en tiempos de incertidumbre. Por la lectura y aplicación de la Palabra de Dios a nuestra vida, hemos recibido fuerza para nuestros momentos de debilidad. Por la meditación de la Palabra de Dios hemos recibido avisos divinos en tiempos de peligro. Escuchando las palabras de la Biblia, nos han llegado instrucciones divinas en cuanto a decisiones que debíamos tomar.
En tiempos de tristeza y dolor hemos hallado el consuelo y aliento que Dios tenía para ofrecernos. Enfrentemos el futuro con ánimo, pues la Palabra de Dios seguirá hablándonos de acuerdo con nuestras necesidades individuales y como fruto de la gran generosidad divina.
Y finalmente podamos decir: ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca. De tus mandamientos he adquirido inteligencia; Por tanto, he aborrecido todo camino de mentira. Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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