Tesoro en vasos de barro
2015-11-01
1. Oración inicial
Padre Amado, coloco mi vida en tus manos, como el barro en las manos del alfarero para que sea moldeada conforme a tu voluntad y este sencillo vaso de barro sea lleno del gran tesoro que es tu Santo Espíritu. Te amo Señor. Amen
2. Lee la palabra de Dios
“Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros”
3. Reflexiona
El éxito del creyente descansa sobre la confianza que tenga en el poder de Dios. En Él está el decir, el querer y el hacer del cristiano. Pablo ilustra esta verdad con la metáfora “Vasos de barro”
Un vaso de barro, vemos que es ordinario, así mismo los hombres y mujeres que Dios ha llamado y ha usado son personas ordinarias. A Dios le gusta glorificarse en los humildes y sencillos. Dice la Biblia “Jehová guarda a los sencillos” (Sal 116:6). Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo (Fil 2:15)
El vaso de barro no es muy apreciado. En la época de la Biblia las vasijas representaban el “status social” de las personas. Los ricos usaban vasijas de oro, la clase media tenia vasijas de plata y los pobres tenían que contentarse con vasijas de barro. Pues, los cristianos son para Dios “vasos de barro”. Despreciados por el mundo pero apreciados por Él; y más importante que el envase es el contenido.
En vasos de barro Dios pone su tesoro y ese tesoro es el Espíritu Santo en cada creyente. La Biblia dice: “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?”. 1 Cor 6:19. No ignoremos su presencia en nuestra vida.
Dios lo usará a usted en la medida como se deje usar de Él. Job le decía: “Acuérdate que como a barro me diste forma” Isaías dice: “Ahora pues, Jehová, tú eres nuestro Padre; nosotros barro, y tú el que nos formaste; así que obra de tus manos somos todos nosotros”.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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