Dios toma la iniciativa

Gracias Amoroso Padre, por tomar la iniciativa para buscarme cuando me hallaba perdido y sin esperanza, tu trajiste luz a mi vida y te reconciliaste conmigo dándome una nueva vida, ahora prepárame para poder ir a otros, con tu mensaje de reconciliación. Amén.

«Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación».
«Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios».

A veces decimos simplemente «que el hombre busque a Dios», pero el evangelio es la historia de la iniciativa de Dios para buscar al hombre y reconciliarse con Él. Siempre tomará la iniciativa, pues su mayor anhelo es que todos los hombres sean salvos y lleguen al conocimiento de Él. Nadie a los pies de la cruz pidió a Jesús perdón de pecados, fue Él el que pidió a su Padre, que nos perdonara. Cuando exclamó: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” Lucas 23:34, la iniciativa de ir a la cruz, logró el perdón para la humanidad.
Si recordamos la parábola del hijo prodigo, ella representa un ejemplo perfecto de la actitud de Dios desde la cruz hacia el hombre perdido. El que falló fue ese hijo que avergonzó a su padre tomando la herencia y despilfarrándola hasta llevar su vida a la miseria y a desear comer las algarrobas con las que alimentaba a los cerdos, para mantenerse con vida. Ese padre nunca se olvidó de su hijo, miraba hacia el horizonte añorando su regreso. La única cosa que tenía alejado a ese hijo de su Padre era su propia decisión.
Hoy Dios también está llamando al hombre pecador a reconciliarse con Él. Cuando un pecador regresa a Dios, regresa a casa y es recibido con los brazos abiertos y hay gozo en el cielo, como lo hizo el padre con el hijo perdido, que hizo una fiesta para recibirlo.
Como iglesia hoy somos ese vínculo entre el cielo y la tierra, somos los embajadores de la reconciliación para que los hombres vuelvan en amistad con Dios, Él se acerca a los perdidos a través de nosotros, por eso el llamado es a representar a Cristo de la más excelente manera, como Él lo hizo por nosotros. Su mandato es claro: Marcos 16:15 “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”. ¿Estamos dispuestos a hacer su voluntad? DIOS NOS ESTÁ LLAMANDO A SERVIRLE.