Presencia de Dios
2015-10-24
1. Oración inicial
Padre Amado, cuanto gozo hay en mi corazón por tener tu inmutable presencia en mi vida y te doy gracias Señor Jesús por la obra divina en la cruz. Sé que en cada paso que doy, tú estás conmigo. Tú ayuda, tu cuidado, tu protección, están de mi lado por tanto nada temeré. Gracias Señor. Amen
2. Lee la palabra de Dios
“… porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré; de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré Lo que me pueda hacer el hombre”
3. Reflexiona
En tiempos del Antiguo Testamento Dios se manifestaba individualmente a quien él escogía como su siervo, hoy en tiempos de gracia, estamos bajo un pacto completamente diferente y Dios nunca nos dejará. Pues, Jesús hizo la obra más sublime en la cruz. Ahí, se convirtió en nuestro sacrificio. Llevó nuestros pecados y nuestro castigo. El juicio de Dios contra nuestros pecados cayó sobre Él, y fue abandonado en la cruz por su Padre para que hoy nosotros podamos tener la presencia de Dios en nuestras vidas.
Jesús exclamó: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”. Ahí se llevó a cabo el intercambio divino. En la cruz, Jesús tomó nuestros pecados y nos dio justicia y nos entregó la presencia de Dios.
La presencia de Dios es ahora nuestra por la eternidad. Pero, ¿Estas consiente de su presencia en tu vida?
Esto significa que si estas alegre o triste, si trabajas o descansas, por donde quiera que vayas, aún si tu pie se encamina al mal, Él está contigo. Jesús dijo que nunca te desamparará ni te dejará. En el texto original griego, cuando Dios dijo: “Nunca te desampararé, ni te dejaré”, emplea una “doble negativa” para transmitir el sentido más fuerte posible de “nunca”. Esto en esencia significa, “nunca jamás”. Y esta doble negación aparece dos veces en esta declaración de parte del Señor. Se utiliza para “nunca” y para “ni”. En otras palabras, Dios está diciendo: “¡Yo nunca, nunca te desampararé y nunca, nunca te dejaré!” La Biblia pone de manifiesto la fuerza de lo que Dios realmente quiso decir: De ninguna manera voy a fallarte, ni a abandonarte, ni a dejarte sin mi apoyo.
Amigo y hermano, Dios nunca te desamparará, Dios nunca te dejará. No permitas que nada ni nadie te robe la certeza de la presencia de Dios en tu vida. Cuando Dios dice “nunca jamás”, quiere decir “nunca jamás”. Dios no puede mentir. Dios está contigo todos los instantes de tu vida.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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