El Espíritu Santo en acción
2015-10-20
1. Oración inicial
Gracias Jesús por ese regalo maravilloso de tu Santo Espíritu, sin él no podría vivir la vida plena que tú me ofreces y servirte en este mundo, pues solo el fluir del Espíritu, me da la fuerza para compartir tú Palabra. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
«Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días. Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra».
3. Reflexiona
La obra del Espíritu Santo se ve a través de toda la Biblia desde el comenzó en la creación, cuando todo estaba desordenado y vacío, “Él se movía sobre la faz de las aguas”. Su presencia se pone de manifiesto en cada relato del Antiguo Testamento cuando guío a los animales desde los cuatro puntos cardinales hasta el Arca, percibimos su obra a través de las vidas de los patriarcas cuando los protegía junto con sus familias y los llenaba de bendiciones, a los profetas de Dios proporcionándoles una salida sobrenatural en cada situación que enfrentaban.
Igualmente en el Nuevo Testamento vemos el al Espíritu Santo reposando sobre Jesús en cada milagro y sanidad de su ministerio público, y vemos el poder del Espíritu Santo a través de la iglesia, que comienza con un encuentro transformador desde el Pentecostés, hasta hoy, pues sigue actuando en la vida de cada creyente. ¿Entonces, por qué dudamos de su actuar en el día de hoy, y no vemos las señales y milagros de la iglesia del primer siglo? Debemos recordar que el poder del Espíritu santo en la vida de Jesús le dio la autoridad para predicar, para sanar, para liberar y ese mismo poder fue dado a su iglesia.
La misma autoridad fue dada a todo cristiano y esto es el regalo más hermoso que Jesús nos dio, «la vida llena del poder del Espíritu». Su iglesia es bautizada con el Espíritu Santo. Ahora está «en y “sobre” cada uno de nosotros y el propósito fundamental de ese derramamiento es poner a la iglesia en condiciones de llevar a cabo su ministerio, ¿Cuál es la duda entonces? Ninguna, la promesa de la dádiva del Espíritu a todo aquel que crea, es una experiencia real, disfrutémosla y dejemos que el Señor use nuestra vida.
SU CONTINUA PRESENCIA ES NECESARIA PARA QUE EL PLAN DE DIOS SE CUMPLA EN LA VIDA DE CADA CREYENTE.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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