Señor socórreme
2015-10-05
1. Oración inicial
Señor, la insistencia y persistencia en mi oración, me harán recibir de ti, así sean «migajas» serán grandes bendiciones. Tu poder y tu amor son grandes y tengo una fe en ti capaz de vencer todas las pruebas. Te amo Señor. Amen.
2. Lee la palabra de Dios
“Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón. Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio. Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces acercándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros. El respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas pérdidas de la casa de Israel. Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme! Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos.
Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora.”
3. Reflexiona
La Biblia nos dice que el Señor intentaba pasar desapercibido en Tiro y Sidón. Sin embargo, su fama se había extendido también incluso en este territorio pagano, y una mujer escuchó de su presencia y fue hasta donde estaba.
Esta mujer era una pagana, tal como Mateo la describe, «una mujer cananea» «Y le rogaba que echase fuera de su hija al demonio». Ella vino a Jesús pidiéndole ayuda porque lo que más amaba en el mundo estaba bajo el control del diablo.
La mujer pedía una bendición a favor de su hija, dándonos un buen ejemplo de lo que debe ser la intercesión que los padres debemos llevar a cabo por nuestros hijos. Vemos su insistencia y constancia en sus ruegos. Ella seguía a Jesús y sus discípulos dando voces, lo que llegó a ser del desagrado de los discípulos. Pero esta insistencia no surgía únicamente por el dolor y la ansiedad que sentía por el estado de su hija, sino que también manifestaba una fe sólida en el Señor Jesús.
Cualquier judío conocía la historia de Israel y los problemas que los cananeos les habían causado desde los días de Josué. Además, la ley judía separaba a los judíos de los gentiles. En el mismo templo se levantaba un gran muro para evitar que los gentiles entraran en los atrios de los judíos.
Fue la fe de la mujer la que logró eliminar todas las barreras para llegar al corazón mismo de Dios. Este es un claro ejemplo del hecho de que todo aquel que se acerca a la mesa abundante del Señor saciará su necesidad. Pero es necesaria la fe.
El Señor sanó a la niña a distancia, por medio de su palabra. Esto sirvió para que la mujer mostrara nuevamente la calidad de su fe: con una plena confianza en la palabra del Señor, regresó a su casa. Y por supuesto, su fe no fue defraudada, sino que cuando llegó, comprobó que efectivamente una migaja de la mesa del Señor había sido suficiente provisión para su gran necesidad.
Así que, si una mujer pagana usó el poco conocimiento que tenía del Señor con tantos resultados, ¿cuánto más se requiere de nosotros que hemos recibido privilegios mayores?
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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