Victoria sobre el pecado. Parte 2

Padre mío, te doy gracias por que tuviste misericordia de mi y me aceptaste como tu hijo pasando por alto mis pecados por medio de la justicia de Mi Señor Jesucristo. Te pido que renueves mi mente y mi entendimiento, para que en lugar de procurar satisfacer los deseos de mi carne, me esfuerce cada día por agradarte, permíteme comprobar tu buena, perfecta y agradable voluntad en mi diario vivir. Amén.

«No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta… Más bien, revístanse ustedes del Señor Jesucristo, y no provean para los deseos de la naturaleza pecaminosa. (Romanos 12: 2; 13: 14)
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. (Filipenses 4: 8)»

Tu ser esta compuesto por espíritu, alma y cuerpo, y tu alma por tu mente, voluntad y emociones. Es en la mente donde se forman tus pensamientos y tus pensamientos son los responsables de tus decisiones, por lo tanto la Biblia dice que donde van tus pensamientos, allá iras tú, en otras palabras ¡Eres lo que piensas!. Es por esto que las batallas mas grandes de tu vida, se ganan o se pierden en el campo de batalla de tu mente: ó decides darle el control al Espíritu Santo que mora en ti y haces morir las obras de tu vieja naturaleza pecaminosa renovando cada día tus pensamientos con la palabra de Dios y la oración, ó simplemente permites que los deseos de tu carne tomen el control facilitando las cosas para caer en tentación.
Pablo enfatiza que para ver la buena, perfecta y agradable voluntad de Dios nuestra vida, en absolutamente necesario pensar en que estamos pensando, si lo haces y llegas a la conclusión que hay pensamientos malos que te llevan a pecar, decide renovarlos, empieza por llenarte cada día de los pensamientos de Dios que están en la Biblia, ora continuamente y con determinación piensa en todo lo verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, todo lo que tiene virtud y todo lo que es digno de alabanza, esta es la forma de revestirte de Cristo y dejar de proveer para los deseos pecaminosos.
Puedes escribir los versículos clave en una tarjetita y llevarlos contigo para memorizarlos, pídele a Dios que te guie a comprenderlos y colocarlos en Práctica.