Jesús enseñó a orar. Parte 2
2015-09-02
1. Oración inicial
Padre Amado, que estas en los cielos, así como te vio Isaías, quiero verte, sentado sobre un trono alto y sublime, y tus faldas llenaban el templo, cuanta grandeza hay en ti, por eso purifica mis labios para unir mi voz a los serafines y decirte: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de tu gloria. Amen.
2. Lee la palabra de Dios
“Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, más líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén»
3. Reflexiona
La oración que el Señor Jesús enseñó a sus discípulos tiene la parte práctica la cual la explicamos así:
1. “El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy” —luego de poner los intereses de Dios primero, entonces es que pedimos que supla nuestras necesidades diarias: comida, ropa, techo, trabajo, salud.
2. “Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores” —pedimos gracia para perdonar a aquellos que nos hacen daño de forma parecida al perdón que Él nos ha mostrado. Si no lo hacemos, no merecemos su perdón.
3. “Y no nos metas en tentación” —pedimos que nos libre de tentaciones, es decir, que nos dé fuerza para resistir esos pecados que nos atraen y que amamos.
4. “Más líbranos del mal” —pedimos que nos ayude a vivir vidas puras, reconociendo la diferencia entre lo bueno y lo malo.
5. “Porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos” —terminamos reconociendo que de Dios es el reino, no de nosotros, que de Dios viene el poder para vivir como debemos (no de nosotros), y que a Dios le damos toda la gloria (no es nuestra), puesto que para Él hemos de vivir, no solo ahora sino por todos los siglos.
6. “Amén”. El amén se entiende “Así sea”, “Muy bien, yo sé que es cierto que el Todopoderoso Dios ha escuchado mi oración”. Eso es lo que quiere decir el amén.
Los primeros cinco deberes (devocional de ayer) que Jesús nos enseña en cuanto a la oración tienen que ver con Dios (son teológicos), y los últimos seis tienen que ver con nosotros (son prácticos). Nos acercamos a Dios en oración no tanto para buscar ayuda por nuestros problemas y necesidades, sino buscando que Dios sea glorificado en nuestro mundo, en nuestro alrededor, y en el desarrollo espiritual de nuestras vidas.
De otra manera: oramos para que se pueda ver en nuestro mundo mucho más del cielo, y mucho menos del gobierno de la impiedad.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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